viernes, septiembre 15, 2006
Inventario de la tristeza.*

Putas asesinas.
Roberto Bolaño.
Editorial Anagrama.
Año 2001.
225 páginas.

Pesimismo, afilado humor negro e historia personal, cruzan transversalmente “Putas Asesinas”, obra de Roberto Bolaño publicada dos años antes de su comparecencia ante la muerte en julio del 2003, para mostrarnos al fin, el coraje y valentía (propia del que se arroja al siempre obtuso arte de escribir cuentos), condensado en trece textos un aplomo capaz de tragarse la página en blanco y demostrar una vez más, que el cuento es el género latinoamericano por excelencia.
Pero este pesimismo, no se traduce en la resignación de Juan Rulfo, sino en la aceptación con sabor a derrota propia de Sudamérica y más aún, del que se sabe perdedor, presente en textos como “Últimos atardeceres en la Tierra” o “El Dentista”. Esto nunca abandonando la pluma esclarecedora y terrible, que caracterizó la obra de Bolaño, posicionándolo como uno de los escritores más importantes y representativos de las nuevas letras en lengua española.

En esta desgajada secuencia podemos encontrar historias de obsesionados con la lectura, viejos futbolistas vigentes por la magia (Buba), el mundo del cine porno y hasta necrofilia (Retorno), en testimonios atiborrados de sobras de conversaciones, monólogos delirantes y testimonios casuales, en su mayoría borrosos y de una considerable calidad literaria.

Otro punto destacable es la facilidad de Bolaño para crear voces narrativas que se hacen con la trama y terminan por definirse en el transcurso de la historia, complejizando los personajes y haciendo más interesante y menos monótona la narración.

Libro bien templado, el cual logra su clímax en cuentos como “El ojo Silva”, con frases como: “Lo que son las cosas, Mauricio Silva, llamado el Ojo, siempre intentó escapar de la violencia [...], pero de la verdadera violencia, no se puede escapar, al menos no nosotros, los nacidos en Latinoamérica en la década de los 50”. Mezcla sublime entre la lucidez y la historia personal.

En resumen, considero a “Putas Asesinas”, como un atractivo inventario de cuentos, donde podemos disfrutar de uno de los mejores Bolaño, dotado de una fina ironía y que en momentos parece alcanzar la “redundancia final”, en el humor negro y la limpia pluma que lo han convertido en uno de los grandes nombres de la literatura Latinoamericana y porqué no decirlo, en uno de los grandes de la literatura mundial.


*Texto publicado en revista Rockaxis, año 2006
posted by Juan Francisco Gore @ 5:58 p. m.   10 comments
Duros como una roca*

Los tipos duros no bailan.
Norman Mailer.
Editorial Anagrama.
Año 1992.
325 páginas.

¿Qué hacer cuando se cumple el día 24 desde que tu esposa te abandonó? Y peor aún ¿qué hacer cuando te despiertas recordando nada y sólo habita a tu alrededor el olor a muerte? Son algunas de las disyuntivas que debe enfrentar el fracasado escritor Tim Madden, luego de una de las juergas más sórdidamente tenebrosa jamás descrita, teniendo que luchar contra la maldad de carne y hueso, los recuerdos y las voces torturadoras de su conciencia.
Los acontecimientos transcurren en Provincetown, un grisáceo pueblo de la costa
de Massachusetts, donde parece que tras cada esquina se esconde un abismo sin fondo, del cual sólo los que están hechos de acero pueden salir.
La tensión es casi tan espesa como el humo de los cigarrillos que frenéticamente consume Madden, y está cargada de huracanados espíritus, sombras voraces y voces de ultratumba casi tan tormentosas como la duda punzante ante una verdad que se aleja, como un rompecabezas que modifica sus piezas para negarse a ser armado.

Surgen consejos del pasado, donde el mundo de lo “masculino” adoctrinado por un padre irlandés, representante por antonomasia del hombre recio y duro como una piedra (Dougy), deja entrever que la realidad está hecha sólo para los que pueden soportarla, dejando para los que carecen de cojones un único futuro posible, el de una bala calibre 22 alojada en su cabeza.

“Los tipos duros no bailan” llega a sumergirnos en una oscuridad casi absoluta, donde la crudeza de las conductas humanas se define por sobre la ficción y el imponerse sobre él más débil parece ser la única respuesta. Se ha olvidado el decoro, y el decirse “hombre” llega al grado de obsesión, temiendo a una homosexualidad cada vez más palpitante.

Todo está cubierto de gruesos velos que ocultan una verdad multiforme (aun más confusa que la duda), sólo compresible bajo los efectos del whisky y la endiablada marihuana producida en el cabo.

Es así como Mailer configura un relato ágil, sombrío y cargado de un humor negro que llega a la médula hasta indigestar. Las descripciones son engorrosamente detallistas y la frialdad se conjuga con la magia en un extraño baile sólo apreciable por el que ha tenido la desventura de moverse en estos ritmos.
Si el libro fuese una canción, aseguro sería Omgyjya switch7 de Aphex Twin (Drukqs, cd1), ya que ambos comparten un mismo universo donde reina la confusión y los sonidos (duros y erráticos) taladran tanto el alma como el cerebro, sólo para asegurarnos... que no se puede estar seguro de nada.


*Texto publicado en revista Rockaxis, año 2006
posted by Juan Francisco Gore @ 5:54 p. m.   0 comments
Ultimo suspiro antes de la muerte*

El capitán salió a comer y los marineros se tomaron el barco
Editorial Anagrama
Ilustraciones de Robet Crumb
Año, 2000
165 Páginas

Charles Bukowski es uno de los escritores más reconocidos de la contracultura norteamericana, un mito de culto que bañó las páginas de su ordenador con la desidia propia de quien ha peleado, bebido y mordido la vida de una manera sórdida y pecaminosa. Eternamente borracho, indigente en ocasiones y todo un genio frente a las palabras, las cuales bailaban ante él como la mejor de las cabareteras con las que solía pasar sus noches. Pero este Bukowski del vino y la juerga no es el que se ve reflejado en “El capitán salió a comer y los marineros se tomaron el barco”, diario de vida publicado póstumamente por su editor y amigo John Martin, donde se relata los últimos meses de vida de Hank, en una metáfora lamentable cuajada de reflexiones, desvaríos y el odio a la humanidad que caracterizó su obra. Ya no es el peleador callejero de antaño ni debe rascarse los bolsillos en busca de unos centavos para comer. No. Ahora está en la cúspide de su carrera, disfruta de un jacuzzi y de una cómoda casa en hollywood, la cual da albergue a sus 9 gatos y a su esposa Linda.

Los años empiezan a pasarle la cuanta, ya no bebe tanto como antes, ha cambiado las calles por el hipódromo y es invitado a eventos sociales de alta alcurnia, pero algo no ha cambiado en él, sigue odiando a los snob (que ahora lo rodean), a los críticos que pronuncian su nombre en vano y a la mayoría de los humanos, que lo buscan sólo por su fama.

Por pasajes se muestra algo cansado, enfermo, pero siempre lleno de una lucidez envidiable que lo lleva a desconfiar de todo y de todos, como si supiera que el final se acerca y lo que condensa en una de las mejores frases del libro: “Yo llevo a la muerte en el bosillo izquierdo. A veces la saco y hablo con ella; Hola, nena, ¿qué tal? ¿Cuándo vienes por mí? Estaré preparado”, simplemente de antología.

“El capitán salió a comer y los marineros se tomaron el barco”, nos muestra a un Bukowski de carne y hueso, con problemas existenciales, que ya no soporta las resacas como antes y que debe alimentar a sus gatos; no obstante se convierte en un manual para cualquier joven escritor y se posiciona como un libro absolutamente necesario para llegar comprender el porqué de su obra. Un Bukowski ya sin caretas ni personajes que por fin, antes de su muerte, deja salir al “Pájaro Azul”, desnudando su diario vivir para el deleite de todos sus odiados lectores.


* Texto publicado en revista Rockaxis, año 2006
posted by Juan Francisco Gore @ 5:32 p. m.   1 comments
Del silencio y la enfurecida realidad. *

Llamadas telefónicas.
Roberto Bolaño
Editorial Anagrama
Año 1997
208 páginas.

Hace pocas semanas llegó a mis manos “Llamadas telefónicas”; primer libro de cuentos del ya fallecido Roberto Bolaño, el cual reúne en 3 capítulos, 14 cuentos dispares cargados de derrotas no asumidas, perseguidores perseguidos, humor negro y de un silencio expresivo y enfermizo, que parecen configurar un rompecabezas nebuloso y algo convexo.

La intensidad, el misterio y la resignación (de la cual hace gala Bolaño en toda su obra), nos muestran a la realidad tratando de imitar a la ficción, donde el escritor no se separa de sus personajes y la vida se mezcla con el horror más terrible: el cotidiano, escarbando en lo más profundo de la naturaleza humana y las relaciones sociales. Ejemplo de esto es el cuento “Detectives”, el cual relata la historia de dos detectives en los primeros años de la dictadura militar; éstos encuentran a uno de sus compañeros de colegio en una comisaría, preso en las peores condiciones. Ese compañero es el propio Bolaño.

Por otra parte cuentos como “Joanna Silvestri” (relato genial sobre el mundo del cine porno en los ochenta) nos enredan en la sordidez y el humor cargado de ironía y situaciones inesperadas, matizando cromáticamente el compendio.

“¿A quién busca este hombre? ¿A un fantasma? Yo de fantasmas sé mucho, le dije la segunda tarde, la última que vino a visitarme, y él compuso una sonrisa de rata vieja, rata vieja que asiente sin entusiasmo, rata vieja inverosímilmente educada (…) le di trato de detective, tal vez mencioné la soledad y la inteligencia y aunque él se apresuró a decir no soy detective madame Silvestri, yo noté que le había gustado que se lo dijera, lo miré a los ojos cuando se lo dije y aunque aparentemente ni se inmutó yo noté el aleteo, como si un pájaro hubiera pasado por su cabeza” (Joanna Silvestri).

Considerable, es cómo los relatos van quedando abiertos con la intención de que se entrelacen con otros relatos, presentes en el mismo libro o en algún lugar de la amplia obra de Bolaño, no perdiéndose palabra ni sentido alguno, en la nebulosa creada para estos efectos, entregándole mayor intensidad a los cuentos e interés de descubrir a los personajes que se esconden tras la trama.

Un libro sólido, el cual gana por varios cuerpos a “Putas asesinas” (Anagrama, 2001) en cuanto a uniformidad y consecuencia se trata, convirtiéndose en uno de los mejores inventarios de cuentos de la literatura chilena de las últimas décadas y en uno de los decálogos escatológicos más crudos, impredecibles y enigmáticos, donde los peligros, las obsesiones, los escritores mercenarios y los límites de la locura bailan... con la furiosa realidad.


*Texto publicado en Rude Boys Zine, año 2006
posted by Juan Francisco Gore @ 5:02 p. m.   0 comments
 
Sobre Juan Francisco Gore


El año 2003 publiqué mi primer libro llamado “Debut y Despedida” por editorial “La Cáfila”. Fui locutor y colaborador de radio Placeres y por estos días me dedico a hacer la crítica literaria para Rockaxis, Rude Boys Zine, El Ciudadano y ser la voz de DelSoliloquio, banda que mezcla el rock con poesía. Aparte de esto, tengo un gran interés por el cine, la estética, la estilística y la fotografía.
Ver más

Posts anteriores
Archivos
Links
Creative Commons License
Este Blog está bajo una licencia de Creative Commons.
Template by
Free Blogger Templates