| domingo, marzo 08, 2009 |
| La comedia politica de Steinbeck |
El Breve reinado de Pipino IV
John Steinbeck
Ediciones Selectas
184 Pág.
En tiempos en que los cientistas políticos comen de la dulzura de Obama hasta reventar, y nos obligan a empalagarnos con su comadiabética visión de la democracia, es totalmente recomendable sacar del anaquel del olvidado a “El Breve reinado de Pipino IV” (1957), novela cáustica del premio Nobel norteamericano John Steinbeck.
La historia comienza en una convulsionada Francia, que no logra ponerse de acuerdo en la formula política para la estabilidad del gobierno, por lo que optan (como siempre en política) por la idea más descabellada: Restaurar la monarquía. Pero claro, tan graciosa investidura no pude caer sobre los hombros de cualquier mortal, por lo que es asignada al último eslabón de la cadena Carolingia, nuestro anti héroe Pipino Arnulfo Héristal.
El problema está en que Pipino no quiere ser rey (aunque acepta el cargo), y como ya resultará obvio, no sabe nada sobre como gobernar un país.
“- Dicen que Francia debe tener un gobierno estable.
- ¡Hummm! – Gruño el tío Charles-. Siempre me ha parecido a mí que eso es lo último que quieren. Es posible, Pipino, que los partidos hayan elegido una dirección, pero por razones diferentes. Sí, eso es lo que debe ser, y tú, mi pobre hijo, has sido escogido para hacer de Chivo expiatorio.”
Acompañándolo en este bizarro periplo se encuentra su hija Clotilde, artista caprichosa y oportunista que hace lo que se le da la gana; Marie, su esposa, obsesiva compulsiva por el orden y una máquina controladora; cerrando el circulo Tod Johnson, hijo del rey del huevo estadounidense, que termina por ser el consejero más obtuso que ha tenido un gobernante en cualquier historia.
“- Considere a una empresa de los Estados Unidos, como la General Motors… Le tienen miedo al socialismo, y al mismo tiempo, sin embargo, esas empresas son en sí estados socialistas…
- ¿a que se debe eso? - preguntó (Pipino)
- Bien, no tiene más que fijarse en esto, señor. Tienen establecida atención médica para los empleados y sus familias, seguros por accidente y pensiones de retiro, vacaciones pagadas – y están comenzando a tener salario garantizado anual. Los empleados gozan de prestaciones en casi todo, incluso para decidir el color en que se pintan las fabricas. De hecho, han logrado un socialismo que hace que la U.R.S.S. parezca una tontería. Nuestras corporaciones hacen que el gobierno de los Estados Unidos parezca una monarquía absoluta”.
Así Steinbeck va configurando una acida comedia sobre el poder, dejando en evidencia la corrupción que carcome todo sistema miope y oportunista, tomándose del absurdo, para desentrañar lo frívolo y desquiciado que puede llegar a ser una sociedad donde la ambición desenfrenada se impone por sobre el bien común. Es por esto que algunos lo llaman revolucionario, y hasta llegan al grado de prohibir sus libros, pero el genio literario se impone y aunque “El Breve reinado de Pipino IV” es considerada una obra menor (comparada con Las uvas de la ira, La copa de oro o Tortilla Flat), nos muestra como la comedia, escasa por esos años, puede soportar entre risa y risa una reflexión cruel y descarnada sobre cómo el vicio se vuelve política publica.
Después de leer como Pipino alecciona a los sordos representantes de Francia, te aseguro que pensaras dos veces antes de tragarte nuevamente un discurso de sonrisitas Obama o Piñera o de quien sea. Pensaras dos veces antes de seguir confiando en estos espantapájaros a los que llamamos políticos.
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posted by Juan Francisco Gore @ 3:26 a. m.   |
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